Oda a Steve

[Escrito el miércoles 26 de septiembre]

Waaa!!! Estoy viviendo en pleno corte de luz xD Quedó la zorra en Antofa City!!! La calle a oscuras lo único que me ofrece es un cielo despejado e iluminado de estrellas titilantes en el horizonte oscuro que me brinda la noche (y el corte de luz, obvio).

Dejando de lado la falta de energía eléctrica, paso a contarles una noticia tan electrificante, que cuando la supe me vino un golpe eléctrico, pero no precisamente de felicidad.

Adelantándoles un poco lo que hablaré en las líneas siguientes, tengo que agradecer enormemente a Dios por haberme brindado la oportunidad de mi vida a fines de marzo de este año, ya que en esa fecha cumplí uno de mis anhelos más grandes: fui al concierto de Placebo en San Carlos de Apoquindo. Hasta el día de hoy lo pienso, y aún no creo que yo estuve ahí, que vibré al compás de nueve mil personas más y que ese fue mi primer y único concierto en el que vería a la formación original de Placebo: Brian Molko, Stefan Oldsdal y Steve Hewitt.

Ahora, por qué hacer mención a la
formación original del trío del
momento. Hace aproximadamente dos días el trío pasó a ser un dúo. Sí, el segundo baterista (sí, como leíste: segundo, porque antes de él hubo otro que se retiró por conflictos de carácter homofóbico) de Placebo, Steve Hewitt, deja la banda por motivos personales y diferencias irreconciliables. El retiro del baterista de la banda ya es un hecho: en la página oficial del grupo se pueden encontrar más antecedentes al respecto, al igual que en víax.cl. Lo que hoy importa es que esto no dará pié a la desintegración del grupo, al contrario, el resto ya está trabajando en lo que sería su sexta entrega de estudio.

Pero lo del trabajo en un próximo disco para mí no es premio de consuelo, ya que Steve se ganó todo mi respeto cuando supe lo que es tener a Placebo frente a mí. La pasión y energía al golpear los platillos era increíble. Simplemente el chico toca la batería como los dioses (aún así, en este sentido Cote Foncea de Lucybell se arranca majestuosamente con los tarros), y según mi opinión, nadie es reemplazable, aunque en la vida diaria se aplique el principio contrario. Sólo espero que el próximo baterista tenga méritos por sí solo y aporte algo nuevo al grupo, que no por ser el reemplazante ‘de’ tenga que tocar ‘igual a’.

Lo último que me queda es agradecer a Steve por haber formado parte de un grupo que marcó gran parte de mi vida, y que aún la sigue marcando. Esto no es un adiós, espero que sea un ‘hasta siempre’ o un ‘vuelvo luego’. No me gusta la idea de no saber nada más de Steve.
Y así, mientras en mi notebook suena ‘Special needs’, los dejo con una pequeña sensación de tristeza, pero como dicen por ahí, los cambios son para mejor.
Cuídense mucho, saludos por montón a todos los lectores.
Adiós!!!