Wednesday, March 21, 2007

Falta poco...

Hoy es 21 de marzo. Faltan pocos días para cumplir un sueño que tengo desde los doce años, desde la primera vez que vi el video de 'Taste in men' y quedé prendada de esa ambigüedad que sólo Brian Molko sabe llevar.

El día viernes 30 de marzo, a las 8:30 hrs., parto rumbo a Santiago (sí, esa misma cuidad que está aburrida del Transantiago) a ver a mi trío hétero - bi - homo favorito. Tengo entrada numerada en Fundadores Premium, tocará Lucybell, al fin probaré aunque sea en el aeropuerto mi café Starbucks, llegaré sola a la metrópolis, etc..

Pero no todo es tan lindo. Sepan la odisea para conseguir mi boleto de avión, y los últimos acontecimientos que hacen querer picar a cuadritos a un montón de personas, desde quiénes crearon el gran horario para este semestre, hasta a mí misma.

Lunes, 12 de marzo. Pregunto en la secretaría de la escuela si las clases de Penal I comenzaban el sábado 17. La secretaria me dijo que sí, y que por lo tanto, todos los sábados habría Penal I. Me basé en esta información para comprar mi pasaje de retorno para el día 31 de marzo, lo que resultó un fiasco, porque al otro día me entero que ese fin de semana no habría Penal, y que por lo tanto, tendría el fin de semana 'libre'.

Miércoles, 21 de marzo. Me entero que la próxima semana es la semana de la carrera, y que por lo tanto, no habrán clases en los bloques 1-2 y 7-8. Esto quiere decir que NO tengo clases, porque todas mis clases son durante esos bloques, a excepción de Comercial I, Administrativo I y Forense I. Atroz. Prodría haberme ido a Santiago el miércoles 28 en la tarde.

Pero le estoy viendo el asunto positivo a esto, porque en primer lugar, podré asistir a clases de acondicionamiento físico por la mañana, y segundo, el sábado 31 es el último concierto de Lucybell en Chile, que será nada más ni nada menos que en Antofagasta. Me pone alegre el hecho de ver a Lucybell dos días seguidos, porque también van a estar tocando en el show de Placebo.

Así que sólo me queda esperar. Si puedo sacar fotos, sacaré la mayor cantidad posible para sacarles pica a todos.

Cuídense mucho, y no sufran de alucinaciones, porque ese será mi trabajo el 30 de marzo, a las 21:00 hrs., en el estadio San Carlos de Apoquindo.

Adiós!!!

Monday, March 12, 2007

Experimento fallido de genética...

Mientras me refriego los ojos para evitar el mar de lágrimas que vendría a continuación, me pregunto por qué deben existir los hermanos mayores. Para mi desgracia, soy hermana mayor, la más grande de cuatro. Sé lo que deben pensar quienes son hermanos menores: "ya quisiera ser yo hermano mayor", sin tomar en cuenta el millonario peso que eso comprende.

Ya ser el hijo 'experimento' de tus padres es algo caótico: los permisos son limitadísimos (y eso con suerte, porque simplemente, pueden no existir los permisos), contigo se pegan los grandes costalazos y contigo aprenden a ser 'padres'. Y además después a tus papás se les ocurre la genial o desastrosa idea (dependiendo de tu situación) de imponer un nuevo personaje en tu vida: tus hermanos menores. Y es ahí en donde la carga comienza a tomar un peso casi insostenible: que eres el ejemplo de los más chicos, que los más chicos te imitan y por eso tu conducta debe ser intachable, que tienes que mamarte cada cagazo que se manden los más chicos, que por ser la mayor debes sostener la sartén por el mango y controlar la situación y bla bla bla. Conclusión: lo que tú pienses o sientes vale un huevo, todo sea en pro de los más pequeños.

Eso es obligarte a madurar de la noche a la mañana. Siguiendo estos parámetros, hace 16 años debí haber madurado, cuando nació mi hermana. Con cuatro años de vida en el cuerpo no se le puede pedir mucho a alguien, ¿verdad?. Nunca fui ni he sido una hermana peleadora... hasta ahora. Hace poco rato me obligaron a humillarme, todo en pro de la 'unión familiar'. De sorpresa supe que el martes debía viajar a Antofagasta para hacer cosas que ni al caso conmigo... lo único rescatable para mí es ir a conocer la 'casa' en Antofagasta (que ni la siento así, porque ha habido tanta espera que no creo que tengamos casa), comprar mi pasaje de avión y ver si por esas casualidades de la vida me topo con alguna amistad. Todo eso a cambio de una condición: que le hablara a mi hermana!!!. Eso no tendría nada de raro, sino tuviera más de dos meses sin hablar con ella, por una desubicada que a mi parecer, fue descomunal y lo sigue siendo. Las palabras de mi padre fueron: "Con tu mamá hemos peleado e igual nos tenemos que hablar". Pero por favor, no me vengan a comparar un matrimonio con una ¿hermandad?. Si los matrimonios no se hablan, no solucionan nada. Si las hermanas no hablan, da igual, no por eso el mundo se acaba. Al menos mi mundo no se acaba, he estado mejor, y me he dado cuenta para quien valgo y para quién no. Está dicho que en mi casa para nadie valgo, porque nadie te obligaría a hacer algo que no quieres: yo no quiero hablarle a mi hermana, porque no he hecho nada malo.

Tantos años enseñándome que debo hacer caso omiso a las tonterías y necedades, y ahora que aplico esto, ahora que de verdad puedo no considerar las idioteces, se me pide que lo deje de lado y que por poco idolatre a mi hermana. Mi escala moral se fue a la mierda en cinco segundos... toda una vida de valores se fue a la cresta, como quién lanza sus pañuelos con moco al viento. ¿Aún te quedan ganas de ser hermano mayor?, ¿sí?, pues te regalo mi puesto, no lo quiero.

Además, ni idea por qué escribo esto si mi hermana no es nadie en mi vida. Hace tiempo dejó de serlo.
Te olvidé y no tengo tapujos en decir eso.
Al que se ofenda le dedico un lulo.

Me despido contenta porque logré contener las lágrimas a pesar de la gran humillación.
Cuídense mucho, y si sus valores han sido los mismos durante toda su vida, no los transen por nada ni con nadie, ni siquiera con sus padres.
Adiós!!!