Saturday, September 02, 2006

Bitácora de un viaje

Fecha: Domingo, 20 de Agosto 2006
Hora: 18.30
Lugar: Camino a Antofagasta

Mientras el bus recorre los secos parajes que nos ofrece el desierto, logro divisar, a lo lejos, a un ave de rapiña en pleno vuelo (en la zona son comunes los buitres, que para entendimiento común, son los jotes), que luego aterriza sobre una roca. El ave de rapiña no iba sola; estaba acompañada por un pequeño ratoncito, que seguramente, sería su presa. Quizás era su almuerzo, o su postre, o su cena. Da igual, de todas formas, no podría burlar su fatídico destino: morir en las garras de aquel depredador.

En el desierto, lo anteriormente descrito es bastante común. A pesar de la cotidianeidad de lo ocurrido, por alguna extraña razón, me quede pensando en el suceso.

Pensé cuantas veces en este año me he sentido como aquel ratoncito: débil, pisoteado, aplastado, arrollado, comido, escupido y hasta humillado por el resto, atacado por alguien con más poder y fuerza que él. No han sido pocas las veces en las que he llorado, pensando en el por qué solían sucederme esas ‘cosas de la vida’ a mí.

¿Soy yo el problema? - me pregunté infinitud de veces. ¿Y saben que me respondí luego de ver como probablemente ese ratoncito moriría en manos del buitre?. El problema no soy yo - creo; el problema [y gran problema] es mi actitud. Actúo todo el tiempo como aquel ratoncito: miedoso, pusilánime, apocado, esperando sólo lo peor, esperando la derrota; y lo que es peor, esperando [y en ocasiones hasta suplicando] que me arroyen, que me aplasten, que me maten inmediatamente.

Este ratoncito decidió crecer. Desde ahora, me prometo a mí misma [parece discurso político, ¿viteH?] que no dejaré que nadie, pero nadie me pisotee. No dejaré que gente ajena a mi vida [no sé cual vida, pero creo que todos tenemos una, ¿no?] me arroye una y otra vez, como quién aplastara a un asqueroso insecto.

Esta vez, espero ser yo quién le doble la mano al destino, y a esa gente tan mierda que suele rodearme y joderme la vida. Espero, con muchas ansias, que crezca en mí un ave fénix, para poder resurgir de las cenizas y demostrarles a todos [pero en particular a mí misma] que mi plumaje no es sólo adorno y vistosidad, sino que también es la muestra de la maduración [seamos objetivos: no dejaré de ser la pendeja que soy, pero déjenme continuar, ¿sí?], del fortalecimiento, del estar alerta, de que seré un peligro para quién se dedique a obstaculizarme la existencia.

He dicho. Caso cerrado.

Cuídense mucho mis aves fénix, que pronto me uniré a la bandada.
Mientras tanto, espanten con sus grandes alas a quienes quieran que su hermoso plumaje se caiga.

Adiós.

P.D.: Se acerca el bloggeo ‘Todo tiempo pasado fue mejor’. ¡Qué emoción!. Les prometo que no les dejaré con gusto a poco. Es más, me atrevo a decir que será controversial y polémico, y espero el más posteado [¡qué ambiciosa!].
Ya, me dejo de adelantar el futuro.

Fin de la transmisión.

1 comment:

vanessa said...

hola
tanto tiempo jajjaja habia estado un poquillo floja jajjaja... bueno cuidate mucho, nos evmos durante la semana. ;)

http://world4.monstersgame.es/?ac=vid&vid=48026296

un jueguillo jajjaja