Ah!!! Vacaciones al fin; pero sólo durante una semana... Qué más da, era eso o nada después de la toma de la universidad. Aún no sé qué beneficios nos traerá eso; pero por ahora, no es tema para mí.
He tenido tiempo de sobra para hacer lo que me viniera en gana, y creo que no he sabido hacer algo provechoso con ese tiempo que estoy segura, en unas tres semanas más, no tendré. A mi parecer, lo más cultivador que he hecho esta semana de vagabundeo es haber tomado por cuenta propia alguna lectura recreativa que hace tiempo quería hacer. Me lancé en picada a leer Crepúsculo, antes que salga en pantalla grande para alcanzar a hacerme una idea personal de los personajes, a pesar de las fotografías que ya están dispersas en internet sobre el elenco de Twilight.
Qué otra cosa he hecho aparte de flojear... Flojear, flojear, y... ¿Mencioné flojear? Pero creo que el asunto no va por esos lados, sino que más bien, el dilema es que no tengo con quién flojear por estos días. Después de todo, vagabundear por ahí no es malo, sobretodo si antes no hubo tiempo y luego no la habrá hasta fines de enero.
Como digo, a pesar de desestresarme de una manera casi automática esta semana, creo que hubiera sido mejor si hubiese estado acompañada... A veces, me es tan inevitable esto de sentirme sola... Y lo peor, quizás porque tengo algo de masoquista y de tonta, me voy a meter a lugares donde se supone que la gente se hace acompañar de otras personas. Creo, en todo caso, que ya debería y habría de acostumbrarme a la soledad; a pesar de todo, mis planes de vida no contemplan vivir acompañada. Pero mientras haya gente cerca, creo que me es imposible sentirme vacía y algo mal por no tener con quién compartir.
Este estúpido sentimiento hace que discuta conmigo misma cada noche, o cada vez que mi mente queda desocupada y vacía... Ahí comienza a taladrar duro el por qué estoy sola, o por qué me siento así... Siempre he sido una convencida de que nadie es tan despreciable como para que otras personas le nieguen su compañía, pero veo que esto no me da resultado y no me es suficiente para quedar tranquila; y es ahí donde comienzo a cuestionarme a pesar de mi supuesta y firme convicción de la 'no despreciabilidad'.
¿Seré tan insignificante que acaso no valgo el tiempo y los momentos de nadie? Quién sabe...
¿Algún día, seré yo misma capaz de convencerme que no soy tan despreciable, o vendrá alguien a sacarme de la burbuja para demostrarme lo equivocada que estoy?
Mientras eso pasé, creo que saldrán pajaritos nuevos, las vacas volarán y los cerdos criarán perros.
Saturday, September 06, 2008
Subscribe to:
Posts (Atom)