
¿Qué ha sido de mi vida en este periodo estival?, ¿he ganado y perdido algo?, ¿qué espero de esta próxima etapa?.
La vida en Tocopilla es plana como la teoría de los reyes españoles sobre la Tierra. No hay mayor sobresalto que le dé un toque picante a la monótona vida que puede llevarse aquí. No quiero decir que Tocopilla es una ciudad triste; lo que sí quiero decir es que es inevitable sentirse ahogado entre tanta pasividad, a tal punto que no hayan actividades recreativas o lugares de esparcimiento.
Un lado de mí quiere quedarse aferrado a la monotonía y a la obligada tranquilidad que se vive en Tocopilla. Otro lado implora a gritos que me vaya luego a la Gran Ciudad a pasear por Avenida Brasil y contemplar cada forma, edificio y árbol que adorna mi calle favorita en Antofagasta. Además extraño demasiado a mis Drugas (sí, me hizo muy mal ver 'La Naranja Mecánica') y el aire a modernidad que respiro en Antofagasta. Fin de este punto.
Aprendí cosas de mí misma. Aprendí que por guardar mi orgullo puedo llegar a ser bastante testaruda, al punto de no meditar los asuntos y tener una opinión 'prefabricada', algo así como una máquina automática de respuestas. Pero creo que esto cumple con mis anhelos de madurez: el mantenerme firme en mis decisiones, en que cuando digo no es no, y que nadie, por más que trate de lavarme el cerebro, es capaz de hacerme cambiar de opinión y flaquear así en lo que pienso. Ya el año pasado descubrí (forzosamente) que tengo paciencia de mártir, y espero descubrir más cosas y apreciar el valor de la madurez, a la cual tanto miedo tengo.
Perdí una hermana, pero no me arrepiento. Gané experiencia y algo de amor propio, justo ese amor que tanto falta en mi vida, porque quién más que yo es quien me patea en el suelo, y lo peor es que lo sé y lo admito. En búsqueda de ese deteriorado amor propio, me doy cuenta que me falta tanto amor de madre, de padre, de amigas, y más aun, amor del que hace volar por las nubes.
Espero que todo lo que venga sea bueno, o por lo menos, para mejor. Después de todo, Dios sabe por qué hace las cosas de un modo y no de otro. Espero rendir eficientemente en la U y tapar la boca a ciertas personas (aunque ya es sabido que las cosas se hacen para desafiarse a sí mismo, y no para demostrar al resto) que tienen una concepción bastante necia de mí. A fines de marzo sabré que pasa con esas impresiones, cuando parta a la capital a concretar un sueño y a despertar (ojalá) de una pesadilla de años.
Espero estén bien y cuídense por montones, que cuando las vea, quiero verlas sanas y salvas 'amiguis' mías!!!
Adiós!!!